Endurece normas para tener licencia de conducción, reduce límite de velocidad y propone cárcel para los conductores borrachos.
 
El Gobierno emprendió ayer una ambiciosa reforma del Código Nacional de Tránsito, que tiene como eje establecer la licencia de conducción por puntos, la profesionalización de los conductores de servicio público y particular y la imposición de velocidades mínimas en vías y carreteras.
 
La meta es darle un vuelco al manejo administrativo de la seguridad vial y generar responsabilidad en conductores y autoridades para reducir a la mitad -de aquí al 2016- las muertes por accidentes de tránsito en el país. En el 2010 murieron 5.502 personas.

El proyecto, de 60 artículos, fue radicado ayer en la Cámara de Representantes y será complementado por otra iniciativa que cursa en el Congreso para imponerles cárcel a los conductores sorprendidos en estado de embriaguez.

Licencias, en cintura. Uno de los puntos radicales del nuevo Código Nacional de Tránsito sería la adopción de la licencia de conducción por puntos. "Ya no sería un derecho, sino un privilegio", dijo el viceministro de Transporte, Felipe Targa.

La licencia se expediría con 12 puntos, que el conductor perdería si incurre en diez infracciones peligrosas, entre las que se encuentran conducir en estado de embriaguez (pierde 10 puntos), no respetar semáforos en rojo (6 puntos), hacer caso omiso de la señal de pare, transitar en contravía, conducir sin luces en horas nocturnas, no usar casco o cinturón de seguridad e, incluso, chatear por teléfono mientras se conduce (3 puntos). 

A los conductores que manejen con mínimos grados de alcohol (20 y 39 miligramos) se les suspenderá el pase por lapsos que irían de seis meses a tres años. "Para que un infractor pueda volver a tener su licencia tendría que volver a entrar a capacitación", dijo Targa.

Otro cambio importante es que ya no se podrán obtener las licencias de conducir con los centros de enseñanza automovilística (CEA) -que solo se dedicarían a capacitar conductores- o, como es usual, con tramitadores, pues el Ministerio de Transporte retoma esa facultad para aplicar exámenes teóricos y prácticos a quien aspire a obtener su pase.
 
"La idea es que se apliquen los más altos estándares internacionales de rigurosidad", dijo Targa.

A partir de la reforma, tampoco se les otorgaría licencia de conducción a menores de 18 años para vehículos particulares, ni a menores de 21 para vehículos de servicio público. Además, las licencias tendrán que ser refrendadas cada dos y tres años.

Todos los conductores del país estarían obligados a adoptar elementos mínimos de seguridad en sus vehículos -a partir del 2014-, como bolsas de aire o cinturones especiales, según el tipo y el uso del vehículo, y respetar nuevos límites de velocidad: 60 km/h en vías urbanas, 80 km/h en áreas interurbanas, 50 km/h para vehículos de servicio público y 30 km/h en áreas residenciales o escolares, a excepción de zonas en las cuales la señalización disponga de otras velocidades o reglas.
 
Habrá más vigilancia
La reforma incluye un régimen de sanciones para infracciones en las que pueden incurrir los orga- nismos de tránsito y las entidades de apoyo, como los centros de reconoci- miento de conductores (CRCS), los centros de diagnóstico automotor (CDA) y las escuelas de conducción, entre otros. Si se hallan faltas, podrían pagar multas entre 50 y 300 salarios mínimos legales vigentes mensuales.

Además, asumirían un grado de responsabilidad si, dentro de la investiga- ción de un accidente, se comprueba que emitieron licencias o certificaciones a personas o vehículos no aptos. Para que esto funcio- ne, se propone crear un sistema nacional de trán- sito, con jerarquías y com- petencias entre las autori- dades de tránsito. El Ministerio de Transporte sería la máxima autoridad y ejercería control sobre las secretarías respectivas. También les delegaría funciones. La reforma también obligaría a que lo recaudado por multas se destine a programas y proyectos para disminuir, a nivel local, problemáticas como la muerte por accidentes de tránsito.
Seguridad vial, la prioridad
 
1. Las víctimas
En los accidentes de tránsito mueren las personas más vulnerables: peatones, ciclistas y motociclistas ponen el 76 por ciento de los muertos. Esta también es la primera causa de muerte entre niños de 5 a 14 años.

2. El costo
En el 2010, el costo económico de los accidentes de tránsito fue de 6,4 billones de pesos (1,5 por ciento del Producto Interno Bruto), por incapacidades y años perdidos de producción, por muertos y lesionados.
 
3. El control
Se creará el centro inteligente de control de transporte, operado con dispositivos electrónicos en vehículos y carreteras. Se trabajará con Colcien- cias en el diseño y se espera tener el plan piloto con transporte de carga a finales del 2012.
 
4. Plata hay
El Ministerio de Transporte propone destinar unos 333.000 millones de pesos, que hoy se recaudan por multas, a programas de seguridad vial, que apunten a reducir las muertes por accidentes de tránsito en el país.
 
5. Diseño de vías
Se expedirán 13 manuales para garantizar que las vías actuales y las nuevas cumplan requisitos de señalización, iluminación, barreras, demarcación y elementos reflectivos, que separen los distintos modos de transporte y garanticen la seguridad.
 
6. Carros seguros
Para generar responsabi- lidad social en importado- res y ensambladores de vehículos, desde el 2014 se exigirán medidas de seguridad en los vehículos que rueden por vías y carreteras, como bolsas de aire y apoyacabezas en todas las sillas.
'El pase ya no será un derecho, será un privilegio'

El viceministro de Transporte, Felipe Targa, le dio a EL TIEMPO detalles del proyecto de ley de reforma del Código Nacional de Tránsito, radicado ayer a las 11 de la mañana en la secretaría de la Cámara de Representantes.

¿Qué es lo más novedoso de esta reforma del Código Nacional de Tránsito?

Es un cambio drástico, sobre todo en lo que se refiere a la adjudicación de licencias de conducción. Estas no serán un derecho, sino un privilegio. Habrá mas liderazgo del Ministerio de Transporte.

¿En manos de quién quedará la responsabilidad de la seguridad vial en el país?

Se le devolverán al Estado funciones como las de evaluar y certificar a las personas aptas para manejar cualquier clase de vehículo. Ese es un avance impresionante. Las escuelas de conducción solo tendrán una labor de capacitación.

¿Qué les espera a los conductores que manejen en estado de embriaguez, de aprobarse esta reforma?

No solo los borrachos, sino quienes conduzcan con un mínimo grado de alcohol perderán su licencia. Una sola cerveza puede hacer que se le suspenda el pase por tres o seis meses y, si el grado de alcoholemia es mayor, hasta por diez años.

¿De qué depende que este proyecto sea una realidad?
De que haya un debate sano en el Congreso en el 2012 y de que haya voluntad política. También buscamos que otros proyectos relacionados con el tema de la seguridad vial se adhieran a esta gran propuesta. El primer debate sería en marzo.




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